Un estudio reciente publicado por el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas nos revela un dato muy preocupante: un 25% de los padres no protege a sus hijos del sol. No lo hacen, a pesar de que el ojo de un niño es más sensible que el de un adulto. Su cristalino, todavía en formación, deja pasar gran parte de rayos ultravioletas que llegan directamente a la retina y pueden causar daños a corto y largo plazo.
Desde Óptica Clemente Mataix, y siguiendo el consejo del Colegio de Ópticos-Optometristas, aconsejamos el uso de gafas de sol en niños durante el verano. El peligro de la exposición solar es real i vital en los primeros años de vida. La falta de protección se debe, según este estudio que han realizado los ópticos gallegos, a que los padres desconocen los prejuicios que el sol puede causar en los ojos de sus vástagos.

El ojo de un niño es más sensible que el de un adulto, su cristalino deja pasar el 90% de la radiación de rayos ultravioleta A (UVA) y el 50% del tipo ultravioleta B (UVB), que llegan directamente a la retina y pueden causar daños a corto y largo plazo.
Entre los daños a corto plazo se encuentra la queratitis, una inflamación de la córnea producida por la radiación solar, que se manifiesta con enrojecimiento de los ojos, fotofobia y dolor de cabeza. También pueden verse expuestos a lesiones oculares degenerativas a largo plazo.
Descarta las gafas de juguete y toma todas las precauciones
Por ello es importantísimo no comprar gafas de juguete para los más pequeños, más bien deberemos hacer todo lo contrario. Las gafas de sol que debemos adquirir para los niños deben ser homologadas, de material hipo-alergénico y flexible. Eso no implica que dejen de ser divertidas. En Óptica Clemente Mataix tenemos un amplio surtido de gafas para niños de gran calidad y acorde con sus necesidades.
Pero además de las gafas, también deberemos tener otras precauciones con los más pequeños y, no estará de más, acompañar unas buenas gafas de sol con una visera o sombrero cuando realicemos actividades en verano al aire libre.
Horas muy malas para nuestros ojos
La Organización Mundial de la Salud advierte que entre las diez de la mañana y las dos de la tarde se recibe el sesenta por ciento de la radiación ultravioleta diaria. Entre las doce de la mañana y las cuatro la radiación todavía es mayor, por lo que se aconseja no dejar que los niños jueguen al sol sin protección en esas horas.
Así mismo, los padres deberán tener especial cuidado en la playa, ya que la arena refleja hasta el quince por ciento de la radiación solar, y estar muy atentos a los bebés, porque no deben tomar el sol.